jueves, 11 de diciembre de 2008

Reflexiones

Eran tiempos... Tiempos de felicidad. La felicidad vive hoy en día, pero no de la misma manera.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Mis sueños

Lo que más hacemos los rebeldes es soñar: con un mundo distinto, más justo, más libre. Esos son sueños universales... depués tengo los mios, propios, personales, y que son gigantes, porque para soñar no hay medida. No sé cuándo voy a hacerlos realidad. Además, tengo todo el tiempo del mundo y, lo principal: tengo ganas de concretarlos. Y cuando yo tengo ganas de algo... no me para nadie.
Imagino muchas cosas: me veo recorriendo el camino, intentando, aprovechando las oportunidades.
Otros ya soñaron antes y lo consiguieron. Entonces ¿por qué no lo voy a lograr yo? Quiero seguir soñando, siempre.
Los sueños me mantienen viva, me dan esperanza, me dan la fuerza que necesito para levantarme todos los dias y salir a pelear sólo por cumplirlos.

martes, 7 de octubre de 2008

Temor I

El temor mata a la mente. El temor es la pequeña muerte que nos lleva a la extinción total. He de enfrentarme a él. Permitiré que pase sobre y a través de mí. Nada debo temer.

Sandra S.U.

domingo, 5 de octubre de 2008

Quien somos, qué queremos

La vida es un camino que nos obliga a andar y andar. En el recorrido, nos regala campos floridos, aunque también cuestas empinadas o bajadas peligrosas.
Pero pase lo que pase, hay que seguir andando, aunque a veces nos quedemos solos, a oscuras, sin saber a dónde vamos y, lo que es peor, sin saber quiénes somos y qué queremos.
Por el solo hecho de estar vivos, no podemos detenernos. No importa cómo ni por dónde, pero hay que seguir. No está mal dudar o cambiar el trayecto. No está mal no saber o equivocarse. Lo malo es detenerse. Porque en cualquier momento, a la vuelta de la esquina, sorpresivamente aparecerá algo o alguien que nos prenderá hogueras en los ojos, que encenderá estrellas en el cielo y que nos llenará el corazón de sueños. Y entonces ahí si, veremos qué claro está todo, porque por fin sabremos qué queremos.
Cuando la responsabilidad sale por la puerta, el desorden y el caos entran por la ventana

jueves, 25 de septiembre de 2008

El hombre orquesta


24 cosas para recordar siempre...
y una sola para nunca olvidar

Tu presencia es un regalo para el mundo.
Eres una persona única en un millón.

Tu vida puede ser como tu quieras que sea.
Vive cada día con intensidad.
Cuenta tus alegrías, no tus desdichas.
Lucharas contra la adversidad que se te presente.

Dentro tuyo hay infinitas respuestas.
Comprende, ten coraje, se fuerte.
No te impongas limites.

Hay tantos sueños que esperan ser realizados!
Las decisiones son tan importantes para librarlas al azar.
Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio.

No hay nada tan desgastante como las preocupaciones.
Mientras mAs carguemos con un problema, mas pesado se hace.
No te tomes las cosas con tanta seriedad.
Vive una vida de serenidad, no de lamentos.

Recuerda que un poco de amor recorre largos caminos.
Recuerda que mucho... es para siempre.
Recuerda que la amistad es una sabia inversión.
Los tesoros de la vida son personas... unidas.

Nunca es tarde.
Transforma lo cotidiano en extraordinario.
Ten salud, esperanza y felicidad.
Pídele un deseo a una estrella.

Y jamás olvides.....
ni siquiera por un día... cuan especial eres.

Para ti y por ti en este día.....

http://www.youtube.com/watch?v=Yq0FM-cAVj8

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Mi vendaval


Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día, y no nos damos cuenta que es ella quien tiene que encontrarnos; y eso será donde menos te lo esperas. Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino sólo es el principio de otro, y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado. Y esconderte es lo que menos te importa; lo que te importa es que estás tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida; y ya sólo importa el hoy, el presente, y lo que queda por venir. Porque no se puede borrar lo que ya está escrito y, porque la vida, es aquello que te sucede mientras tratas de hacer otra cosa.

Dí que todo esto tan sólo es un vendaval, y me haré cometa.
http://www.youtube.com/watch?v=qgPTDjSpzTY

viernes, 19 de septiembre de 2008

Mi regalo


Chuli.
Te regalo una estrella. Tú te la has ganado. Cada vez que te acuerdes, no te olvides de mirar al cielo y comprobarás que la luz sigue encendida. Y que nunca jamás se apagará gracias al amor y al cariño que desde aquí todos y cada uno de vosotros le enviareis eternamente.
Mucho ánimo cielo.

domingo, 31 de agosto de 2008

¿Imprescindible?

Nadie es imprescindible. Lo que sí es imprescindible es tener a alguien a quien querer. Alguien por quien esperar, alguien a quien tener ganas de ver. Lo malo es cuando esto se convierte en una dependencia incontrolable. Por eso es mejor tener varias personas necesarias, para no sufrir un sobreexceso de dependencia.
Y por eso yo quiero a mucha gente. Y todos ellos me hacen feliz, cada uno a su manera.
Estos días me he dado cuenta de que soy más fuerte de lo que creía. Me di cuenta de lo mucho que he cambiado psicologicamente hablando. Caí en que empiezo a tener bastante respeto por algunas cosas. Sé que durante mucho tiempo he sido una cabecita loca, y que de hecho lo sigo siendo, pero de una forma distinta. Empiezo a pensar en lo importantes que son algunas cosas para alguna gente, empiezo a pensar antes de hacer algo, empiezo a argallar estrategias de ataque. Y aunque la mayoría de las veces las cosas no salgan como yo quiero, sé que me estoy superando a mi misma con esta nueva táctica.
Veréis, no he podido cumplir algunos de mis planes; y esto debería ser traumático. Todavía sigo sintiendo ese vacío interior cuando algo no me sale bien. Pero lo cierto es que a pesar de que el camino ha sido largo y doloroso, al sumergirme esta noche entre las ropas de mis aposentos he notado cierta vibración acompañada de una voz muy dulce que me ha tranquilizado y me ha dado esperanza e ilusión para coger un atajo. He caído en la cuenta de que por mucho que lo intentes, nunca podrás llevarle la contraria a tu corazón, pero sí puede ponerle un poco de racionalidad para que la cosa no se te vaya de las manos. He escuchado verdades que no creía ciertas, y me ha bastado; me bastan las palabras. En este momento sí. Porque sé que siempre habrá una fórmula química para volver a unir dos almas.
Y todo lo bueno se contrarresta con algo malo. Malo? Quizás no. Quizás sea mejor esperar. El caso es que el sueño se apoderó de mi y no pude mantenerme despierta para salir de casa e ilusionarme de nuevo; cuando me desperté mi tren ya había pasado, aunque esta vez tengo la esperanza de que volverá a pasar; quizás no con el mismo horario, pero por la misma vía. A dónde me llevará? No lo sé, pero el que no arriesga no gana.
Imprescindible? Imprescindible es tener alguien de quien hablar y por el que sentir algo; no importa quien sea, el caso es tenerlo.
Y sé que hoy no he tenido un día lo suficientemente inspirado para escribir este texto, pero hay por delante una gran semana para cumplir grandes sueños.

jueves, 24 de julio de 2008

By "Harticulos"

Quién no ha subido nunca a la cornisa de las cosas imposibles. Quién no ha palpado jamás el vacío de un por qué no. Quién no ha sentido el precipicio de las cosas que algún día juró no hacer. Quién no se ha visto en el espejo de un me da miedo, de un ya nos veremos, de un quédate hoy. Que levanten la mano y escondan la piedra. Que madruguen si les ayuda, que Dios les pille confesaos.

Estas letras miopes sobre líneas retorcidas quieren rendir mi humilde homenaje a todos aquellos que alguna vez se han dejado la piel por dejarse llevar, a todos los que mandaron su razón a la mierda y lo hicieron de todo corazón, a los que ya no encuentran porque se lo han buscado, a los que prefieren vivir de esta manera antes que irse muriendo de cualquier otra, a los que eligen desterrarse de toda estabilidad y exiliarse de cualquier cosa parecida a la comodidad. Hedonistas por encargo, suicidas a domicilio, inquietos por vocación. Un ole para todos y cada uno de ellos. Un aplauso de parte de cada uno de mis poros.

A estos inadaptados emocionales sólo les mueve lo que realmente les mueve, sólo lo sienten si no se les hace sentir. Rechazan la continuidad como valor supremo y absoluto, absurda ley que postula que las cosas, con el tiempo, no hacen más que mejorar, enriquecerse y madurar.

Y eso, para los que hacen negocio vendiéndonos un futuro mejor, resulta particularmente incómodo. Iglesia, Estado y grandes corporaciones se enriquecen a base de endiñarnos un mañana muchísimo más prometedor que este ahora, el único que realmente nos pertenece. De ahí que haya que sedarnos con mentiras tan vendibles y eternas como sacrificio, esfuerzo, inversión, pensiones y vida eterna. El sudor de tu frente, el valor del contribuyente, porque tú lo vales. Toma, tú vete haciendo tus insignificantes planes para ser feliz el día de mañana, no se te vaya a ocurrir intentarlo a día de hoy, que eso no computa, no cotiza y lo que es peor, no renta.

Malos tiempos para ser incoherente, impulsivo, espontáneo. No es muy maduro eso de llevarse la contraria a uno mismo. No queda bien intuir en lugar de razonar. No parece inteligente tener corazonadas y sentir en consecuencia. Siempre aparece una Wendy Pan dispuesta a recordarte que igual Nunca Jamás valió la pena. Siempre hay una mirada condescendiente deseándote suerte... otra vez.

Pues mira, tú haz lo que quieras, pero yo me niego. Me niego a que conceptos como pasión, taquicardia y enamoramiento, estén mal vistos sólo por efímeros, transitorios o coyunturales. Me niego a creerme que los que renuncian a ellos y duran mucho tiempo son más felices, ríen más y sufren menos. Que tanto descalabro sentimental a nuestro alrededor igual es síntoma de que hay algo que no funciona. Que el que no engaña, está a punto de hacerlo, y el que no, es porque le da pereza, y que Barbie hace tanto tiempo ya que no lo hace con Ken que hasta se le olvida de fabricarse con vagina.

Como alguien escribió alguna vez, cuando habla el corazón es de mala educación que la razón le contradiga.

Y de muy mal gusto, añadiría.

viernes, 18 de julio de 2008

El cuento de Caperucita

No soy nadie.
Desde hace ya años vengo perteneciendo a ese grupo de personas que no depende de sí mismas. Esto puede resultar contradictorio; se supone que a medida que avanzas y creces en edad también vas avanzando y creciendo en libertad paulatinamente. En mi caso, esto no ha sido asi.

Sé que durante mucho tiempo no he sido todo lo correcta que debí serlo, pero ahora que empiezo a comportarme según los criterios y los ideales del mundo alrededor no sé si soy un poco más feliz o un poco más miserable que antes. Las locuras me han llevado hasta extremos innombrables; soy una persona normal, pero quizás demasiado insostenible.
He sido una de las personas que más daño me he hecho. ¿Que como puede ser eso? Pues llevando a cabo historias que no tendrían que estar en mi cuento, entre mis páginas. Y, sin embargo, aquí estoy hoy, hablando sobre ello.
Una vez que la tinta ha penetrado en mis sensibles hojas, ya no hay marcha atrás; no hay tiempo para arrepentirse, lo pasado pasado está y ahí ha quedado, bien como un bonito recuerdo o como un mal momento. Pero ¡qué más da! Yo no me identifico con ninguno de los dos tipos de recuerdos. Nunca me he arrepentido de lo que he hecho; al contrario; podré irme al infierno por todos los pecados que he cometido, pero ellos me han hecho tan feliz que volvería a cometerlos una y otra vez aunque me condenasen al fuego eterno.
Esto todavía no es un recuerdo, qué más quisiera yo que lo fuese (o no); es una realidad. Es mi realidad.
A veces,ni uno mismo se da cuenta de lo que está pasando en su propio interior; yo no me he querido dar cuenta de lo que estaba naciendo. O de lo que ya había nacido sin oportunidades para salir al exterior.
He tenido tantos tantos buenos momentos... Que ahora que he decidido renunciar a lo que hoy por hoy era una parte muy importante en mi vida me siento un poco vacía porque me está faltando algo. Pero la frustración no podia continuar invadiendo mi memoria. Tuve que poner punto y final a un bonito cuento de hadas. A una telenovela. Sin capítulos. Sin capítulos para mi. Solo fue un sueño en el que yo misma me he pellizcado para salir de la irrealidad en la que estaba sumergida. Todo cambió. Cambió y se llevó algo que era lo que más deseaba en el mundo, aunque siempre había sido consciente de lo que ello suponía, de que desde el principio solo había sido un juego tonto que se acabó convirtiendo en algo mucho más serio; sin ilusiones de cambios, sabía a que me estaba sometiendo, el riesgo que corría, y lo peor: que nunca estaría yo sola.

Me empecé a dar cuenta de las miradas, de las caricias, de los abrazos, de las sonrisas... Empecé a ver planes, proyectos... Y la frustración creció porque algo que era mío se me estaba iendo de las manos poco a poco, al igual que la situación. Me di cuenta que Caperucita Roja me importaba más de lo que debía importarme. Y salió mi lobo y se la comió. Se comió a Caperucita Roja.Pero no vino ningún cazador a salvarla; se fue, se fue entre el viento y entre las palabras. Se fue para no ver dolor. Se fue para olvidar. Se fue porque no pintaba nada en este cuento. Porque este cuento tiene un aforo limitado; y el cupo ya está lleno.

miércoles, 16 de julio de 2008

En algún lugar de Mi Memoria

Hoy no os voy a presentar ningún texto de ningún famoso escritor. Tampoco de alguien a quien admire. Hoy voy a presentar mi texto, mi propio texto, el que hoy quiere salir de mis sesos a través de mis venas, llegando hasta las yagas de mis dedos y plasmándose sobre una pantalla tonta.
Quizás no soy una persona importante, de hecho es muy probable que no lo sea, pero supongo que las líneas que a partir de ahora sean redactadas por mi conciencia serán un pequeño paso para la humanidad y un gran paso para mi. En primer lugar porque después de mucho tiempo estoy sacando a relucir de nuevo mis pensamientos; y no tanto éstos, sino más bien mi capacidad para escribir sin pensar y dejar a todos medio de lao porque no entienden nada de lo que escribo. Quizás no lo entienda yo. En fin, dejemos que la imaginación vuele y la memoria se apodere de mis sentidos.

Hace poco leí "Agradecimientos", un texto escrito por una persona importante, en la que explicaba cómo, al fin y al cabo, la gente que menos te esperas toma un gran papel en tu vida y en tu futuro. Esta es una teoría que ya vengo manteniendo desde que tengo algo de cordura para poner mis ideales en orden, pero la verdad es que me he vuelto a dar cuenta de que cualquier persona aporta un granito de arena a tu día a día que al principio no se nota, pero lo típico, que muchos granitos de arena juntos acaban por formar una gran montaña.
Esa gran montaña contendrá momentos buenos, malos, o momentos, simplemente, que por alguna extraña razón se han quedado estancados en algún lugar de tu memoria. Pero lo importante es que están ahí, y que de todos ellos has aprendido algo nuevo. Algo que a lo mejor ni siquiera te esperabas. Has aprendido a caminar, paso a paso, hacia una personalidad llena de fuerza, la fuerza y la energía que te han ido dando con cada pedrada, con cada caída, con cada caricia, y con cada abrazo. No necesitas nada más; solo una vida llena de experiencias te darán la clave para sobrevivir a este tercer mundo carente de sentimientos.


Agradecimientos? Puedo agradecer a mucha gente...
Podemos empezar por lo mítico... "Gracias a mi familia". Vaya por dios. Es tan mítico que hasta me da vergüenza decirlo. Pero, tal y como comencé este olvidado blog, me vuelvo a preguntar ¿Si nos quedara poco tiempo? Y es cuando recapacito sobre lo importantes que se sentirían los míos si llegasen a leer entre mis líneas que les doy las gracias, ya que por lo general no es algo que haga demasiado a menudo. Simplemente, gracias por haberme traído y criado en este incomprensible mundo de locos.
Y como unas cosas se encadenan con otras, esa misma pregunta me lleva a un lugar en el que nadie desea estar, pero que, como tantas otras cosas en esta vida, te ayudan a darte cuenta de lo mucho que vale el existir. Ahora hablo del desengaño amoroso (qué cursi me ha salido), de las desilusiones con esa persona con la que has querido compartir tu tiempo y que finalmente ha acabado en tragedia, locura y soledad. A las personas que me han engañado, desilusionado... (me caberán todas?) Tampoco es correcto dar nombres, y tampoco lo es remover en el pasado. A todas esas personas por las que he sentido algo especial y que me han tirado a la basura... A todas esas también les doy las gracias, por haberme hecho más fuerte. Porque me han hecho darme cuenta de que No me van a quitar lo bailao y que cualquier momento feliz a su lado ha sido un granito de arena mucho más grande que los que han nacido como consecuencia de una lágrima. Porque hoy me doy cuenta de que es hermoso vivir; vivir por una sonrisa, o por una lágrima... Ambas se desvanecerán con el tiempo, así que ¡Qué más da!
Hablando de lágrimas... Doy gracias a todos aquellos que me han hecho llorar, de alegría o de tristeza, porque esas lágrimas han servido para que mi interior estuviese más calmado y más vacío para soportar nuevos retos.
Doy gracias a mis profesores, a aquellos que me tenían manía, que me suspendieron, o aquellos que me consentían... Algunos han calado más hondo que otros (Bruzos, excepcional). Pero todos ellos han impartido su sabiduría, su mala leche o su saber hacer.
A todos los salidos mentales que conoces a través de un chat... Por hacerme reír a carcajadas con sus enajenaciones mentales.
A los que no conozco en persona y me hacen disfrutar de buenas conversaciones (Carlos...), dejando que vuele mi imaginación.
A los que me odian, porque ese sentimiento también tiene que recaer sobre alguien. Y porque así sé lo que se siente cuando uno es odiado.
A los que no han querido conocerme, porque seguramente no valían la pena. Ellos se lo pierden.
A los que me han utilizado, porque al menos he sido útil, y yo también me lo he pasado bien.
A las pocas personas que me han amado y que no he sabido corresponder. Porque me han demostrado que las cosas no siempre salen como uno quiere.
A los locos (Luis) por dejar que mi locura tampoco adoptase ningún límite. Lokita.
A los incomprensibles, aquellos que no logro entender ni con el paso de los años. Sus detestados cambios de humor, sus malas contestaciones... Pero sus grandes abrazos y el inmenso cariño que desploman cuando se extiende su verdadero "yo".
A los enfados, a los malos conductores, a los impertinentes, a los bordes... Y seguramente me falten mucha personalidades por recalcar en esta miserable recolección de pensamientos, pero a todo bien o mal que haya pasado por mi vida, doy las gracias, porque de una u otra forma, han sido un granito de arena que permanece En Algún Lugar de Mi Memoria.

jueves, 27 de marzo de 2008

Si nos quedara poco tiempo...

Un genio se despide...Y otro se presenta.

No son necesarias palabras ni frases hechas... Quien soy? Y cómo acabará esta historia? Eso lo sabremos poco a poco. No tengais prisa. El tiempo sabrá juzgar.


Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuanto te importan."

Gabriel García Márquez